Reciba una bienvenida

Nunca he sido bueno en esto de presentarme entonces voy a obviarlo, pues a medida que usted vaya leyendo las entradas, se va a dar cuenta de quién es, o quién puede ser este sujeto que cavila, y que por no sé qué cosas, decide compartirle lo que cavila. ¡Ah!, voy a orientar a quien no lo esté: cavilar, según la Real Academia de la Lengua Española, es pensar con intención o profundidad en algo. Aclaro que no sé si lo que escriba vaya a ser profundo, pero al menos la intención está, y es la que vale.

He participado en uno que otro blog y nunca he sido constante –esta vez no creo que vaya a ser la excepción–, pero ya teniendo espacio propio, estando más familiarizado con la escritura y la lectura, y acechado por la necesidad de decir lo que a veces pienso, voy a estar publicando algún texto con frecuencia…no sé qué tanta o qué tan poca. Eventualmente, también, voy a compartir mi espacio con otros bloggers –no me termino de acostumbrar a esta etiqueta– que se unan a esta, mi causa, cavilar.

No fastidio más con esta bienvenida y mejor, le deseo que disfrute con lo que le presento, que, téngalo por seguro, es con todo mi gusto. También es una invitación a que opine cuando tenga algo para opinar (no sobra nunca decir esto), no dude en hacerme saber su comentario, crítica, sugerencia o –dado el caso– insulto.

Enhorabuena.