Si algo me caracteriza es lo poco
detallista que me hizo Dios, pero esta fecha quería que todo fuera diferente, esperaba
sorprender a mis allegadas con algún presente, así fuera etéreo. El problema
era que no tenía ni idea de qué les podía gustar a todas, porque era un
obsequio general, un gesto que les diera a entender lo mismo a todas y que
todas quedaran contentas. Ahí estaba el problema, ¿cómo tener a todas las
mujeres contentas?, a duras penas puedo contentar a una que otra de a raticos.
Estaba perdido, y ni modo de preguntarle a alguna mujer de confianza porque no
podía dañar la sorpresa. Me sentí sin salidas y con mucha pena acepté que para
ser un problema relativamente pequeño, había desistido muy rápido.
Para dar con el detalle exacto me
tocaba indagar sobre la celebración, ¿qué sería bueno regalar para un género
que está recién liberado?, tal vez un libro de algún ex secuestrado, el de
Pinchao, pensé. Pero no pasaría de ser alegórico y tal vez algunas no lo
leerían, tal vez algunas lo tomarían con desagrado, y es comprensible, yo haría
lo mismo con un libro así. Lo otro que quedó descartado fue el chocolate, nada
que las engorde, las recriminaciones a futuro podrían ser muchas y muy fuertes,
así que nada de dulces, nada de helados, a menos de que sean light. ¿Una flor para otra flor?, ¡no
sea mañé!, pobre y feo, pero nunca tan antichévere. A menos de que fuera una
flor útil, consumible, una que se pueda usar y no se pudra en agua, o una flor
en matera, luego mostrar la tierra que se acumuló en las uñas mientras sembraba
las pequeñas maravillas.
¿Y si no querían que les
restregara en la cara que todavía no son iguales a nosotros?, no considero que
mi género sea dominante, pero la sociedad sí, las sociedades sí, y eso lo
comprueba el hecho de que haya grupos de mujeres en todo el mundo que peleen
para asegurar lo contrario. Todavía no hay equidad aunque se trate de demostrar
lo contrario, por ejemplo en Antioquia, a lo largo del año, se han registrado
189 asesinatos, 25 de los cuales son mujeres, hasta donde se sabe. ¡Apenas 25
mujeres muertas!, el resto de cadáveres, 164, hombres, pobres ellos. ¿Y si les
molestaba el detalle, y si lograba lo contrario a lo que pensaba en la
concepción de la idea?
Después de pensarlo varios días,
decidí no celebrar nada y pasar desapercibido; era preferible que algunas
mujeres importantes me hicieran el reclamo y les explicaba con sinceridad, era
lo peor que podía pasar, ellas me iban a entender. Y no es que no les desee un
feliz día, siempre se los deseo, sobre todo a las más agraciadas, pero
considero, después de lo que pensé, que es mejor no decirles nada, realmente es
mejor hacerlo pasar como cualquier otro día, además, ¿qué ganan ellas con
desearles un buen día sabiendo que muchas que quieren oírlo, no lo merecen, y a
muchas que lo merecen les importa un culo?, digo. Que celebren en otro lado
porque acá en Antioquia apenas hemos matado a 25.
No hay comentarios:
Publicar un comentario