¿Qué más da?


¿Qué más da?, che le hicho achí y lo tuvo. Haya sido por miedo, por pesar, por venganza o simplemente por inercia, pero lo tuvo. Ya no hay más oportunidades para deshacerse de él de forma sencilla ―legal―, de ahora en adelante va a tener que soportarlo hasta que alguno de los dos se muera. Tuvo más de cuatro meses para decidir no tener el bebé pero decidió traerlo a este mundo; craso error. De todas formas no se desanime, usted puede tener una vida tranquila con su cría y hasta puede que tenga posibilidades de pasar de los quince años pero tenga en cuenta que en esta vida los errores se pagan con plata, con cárcel o con culo ―estos errores cuestan muchos millones y por lo general no se ven retribuidos―. De entrada debo aclarar que lo que viene a continuación no tiene por objetivo herir la susceptibilidad de ninguna madre ni de ningún padre, por el contrario, lo que busco es ayudar a que esos jóvenes padres neófitos y a esas infantes madres primerizas a que afronten ese reto tan grande de la manera adecuada, me tomé el trabajo de pensar y redactar algunos puntos para tener en cuenta en esa carrera de progenitor joven y progenitora joven.

NOTA: si tiene más de treinta (30) años no aplica para lo de joven. Si tiene menos de treinta (30) años y más de tres (¡¿3?!) hijos, respétese.

OTRA NOTA: cuando me refiero a ‘el bebé’, puede ser un infante de sexo femenino o de sexo masculino, nada excluyente.

Basta de golpes de pecho por haber querido lo más difícil, hay que afrontar el asunto como la post-adolescencia lo requiere: lo primero a tener en cuenta es que aunque el hijo sea no deseado, quiéralo y empiece a desearlo. La pobre criatura no tiene la culpa de nada, usted es el culpable y por lo tanto es usted el que debe esforzarse para que la vida no sea tan mala para el pequeño. Ojalá nunca se entere de que su existencia es resultado del azar y las malas decisiones, recuerde que los pequeños son impresionables y los recuerdos adquiridos en la niñez se llevan a la tumba.

Las cosas se facilitan si usted es millonario, de lo contrario, ¿en qué estaba pensando?, ¿en serio cree que puede sobrellevar decentemente ese reto? Si no cuenta con demasiados recursos ojalá tenga educación profesional y un trabajo estable, de lo contrario, ¿en qué estaba pensando? Si no tiene ni estudio ni trabajo, le adelanto un futuro negro. Mi recomendación en ese caso es vender el bebé, hay muchas parejas que no son aptas para concebir y gastan buenas cantidades de dinero en la compra de hijos, también puede darlo en adopción pero no se lo recomiendo, no recibe nada a cambio y hay que rellenar demasiados formularios.

Supongamos que ya tiene definida la parte monetaria, bien. Lo que sigue es crearle un entorno adecuado, ¿cómo es un entorno adecuado? ―se preguntará―, ¿qué necesita tener el bebé en su entorno?, no es poco. Regístrelo pero no lo bautice, él después decidirá si quiere pertenecer o no a algún culto. A la hora de ponerle nombre piense bien la decisión porque es una marca eterna y de ella dependen cosas como la autoestima o la distinción de quien la porta (próximamente espere mis recomendaciones para ponerle nombre a su hijo). Estimúlelo frecuentemente con juguetes y sonajas ―ojalá no sean los mismos del perro―, dele toda la comida que pida ―conozco casos de empresas grandes que se van a la quiebra por alimentar un bebé―, interactúe con él, háblele ―no le va a entender pero se acostumbra a sus muecas―, sóbelo, tóquelo ―cuidado con ir a sobrepasarse y llegar a los límites de la violación, al menos en público, está mal visto― y sáquelo a tomar el sol, paséelo como su trofeíto, para eso se usan. Si no sabe cómo comportarse para no mal influenciar a su cría, piénselo dos veces, los malos hábitos que le enseñan en la escuela o en el colegio son suficientes.

Un aspecto crucial para tener en cuenta a la hora de la crianza es la influencia musical: los sonidos y hasta las letras de las canciones estimulan a los niños de diferentes maneras, si usted habitualmente escucha música barata, recapacite; no querrá que su retoño florezca convertido en un patán de cuenta de la música que escucha, no querrá que su hija llegue embarazada más temprano que usted de cuenta de las letras que la influencian. Mi recomendación es llenarlo de buena música, la clásica es la mejor elección, afina los sentidos y el gusto. También es una buena opción enseñarle los diferentes instrumentos musicales que tiene el mercado, gástele todo el presupuesto que tenga que gastarle, a la larga lo más malo que puede pasar es que no salga músico.

Con relación a los peligros que corre un niño/pre-adolescente/adolescente en la calle hay que decir varias cosas: en estos tiempos precoces, si es fémina, constrúyale un cinturón de castidad o enciérrela y se evitará varios problemas; si es varón, adviértale lo que sucede cuando se fornica sin cuidado ―es posible que termine por preñar a alguna loquilla despistada pero que conste que usted lo advirtió―. Eso por el lado sexual, por el lado de los vicios, lo siguiente: sáquese las dudas, si cree que su hijo o su hija está consumiendo drogas, asegúrese de que así sea y santo remedio. Es más, no espere a que tenga sus primeras experiencias con terceros, usted sabe qué es lo que puede pasar en esas primeras experiencias con alcohol, alucinógenos, opiáceos, psicoactivos, barbitúricos, etcétera…muéstrele usted mismo los excesos, nada mejor que hacerlo bajo la vigilancia de un adulto irresponsable.

Por último, debo mencionar algunas cosas puntuales de las que debe saber, ojalá las tenga en cuenta: por nada del mundo lo traume con cuentos raros, el miedo a las cucarachas, la oscuridad, los fantasmas o Dios le pueden causar daños irreversibles. No permita que Disney World se convierta en un sueño frustrado, logre influir para que por nada del mundo su hijo desee estar en ese sitio. Si tiene niña, no deje que haga parte de esa ridícula y ostentosa costumbre de celebrar los quince años, muéstrele que no hay nada qué celebrar, que entienda que no hay nada de bueno en estar creciendo. No le complazca los gustos, adiéstrelo de manera tal que gaste menos de lo pensado, recuerde que de todas formas esa inversión no se va a ver retribuida.

Parece que está de moda eso de tener hijos, no me alcanzan los dedos de las manos ―incluidos los dos que tengo ocupados en el cigarrillo― para contar las personas que conozco con este problema  y por eso vi necesario escribir las anteriores palabras, no había tenido el descaro de felicitar a nadie, no había sido capaz de acercarme a ningún padre ni a ningún a madre y mostrarme alegre por lo que acababa de hacer, definitivamente mis intenciones no son tan feas, por el contrario, planeé unos consejos para ser de utilidad, para servir de verdad y no solo llenar mi boca de palabras vanas; aprovecho también para desearle mucha suerte, la va a necesitar.

Posdata: si todavía no se le ha ocurrido un buen nombre para ese varón, póngale Eustaquio, tiene todas las vocales.

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El Sujeto

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Hace más de veinte años nací, vengo creciendo, lucho por reproducirme y todavía no he sabido que me haya muerto.