¿Dónde empieza el RAP?

Puedo decir que escucho hip-hop hace pocos años, quizá tres o cuatro, y aunque apenas empiezo a conocer el agua que me moja, estoy seguro de que es uno de los géneros que me voy a llevar a la tumba. Escucho hip-hop porque creo en el infinito poder de las palabras, porque la cultura me hace culto y, sobre todo, por necesidad de alimentar mis oídos con buenas instrumentales acompañadas de contenido explícito que, por lo general, me complace intelectualmente. Fabrico hip-hop hace menos tiempo, un par de años a lo sumo, y no sé si me lo vaya a llevar a la tumba o no, pero por lo menos esa es la intención. Hago hip-hop porque me nace, literalmente, me sale hip-hop de la boca, se me chorrean sonidos y no me doy cuenta, el bombo y la caja llegan a reemplazar las palabras; no me ata ningún instrumento, lo puedo hacer casi en cualquier lugar, es sencillo, suena bien, y lo mejor, no me vale nada.

No me creo rapero. Trabajo gratis por el rap, escribo, canto y hago beatboxing, pero no soy rapero. No es que me moleste la etiqueta, por el contrario, me parece un honor llevarla, pero sólo se logra ser un rapero, pienso yo, cuando verdaderamente se ha llevado a cabo una auténtica revolución popular con el arte. No voy a autoproclamarme rapero hasta que mi música cambie algo, con la intención no es suficiente. También, hay que decirlo, no solo es rapero el MC, todo el que trabaje por el RAP y se destaque con su arte, merece la etiqueta. La cultura a nivel local es grande y está en crecimiento constante, pero sería mejor si en vez de segregarnos, nos uniéramos: MC’s, BBoys, BGirls, productores, graffiteros, DJ’s, beatboxers,  degustadores del hip-hop y seguidores de esta, nuestra Revolución Artística Popular, todos unidos haciendo lo propio por el RAP.

Salir a fumar mariguana y escuchar el mismo hip-hop underground todos los días con la misma gente no hace rapero a nadie. Como músico, estoy convencido de que tener los oídos cerrados a otros géneros que no sean de mi preferencia, lo único que va a lograr es convertirme en un ignorante musical. Escuchar otros géneros me hace conocer, también, otras culturas, otras ideas, otras formas de ver el mundo, otros autores, otros conceptos…cuando el universo musical es amplio, es amplio también en el universo cultural. Pero el RAP no se limita a la música, hay que leer de todo, hay que ver muchos pintores, muchos escultores, muchos muralistas, muchos filósofos, muchos sociólogos, y en fin, hay que tener mundo. Y tener mundo no es ‘tener calle’ y salir de los aprietos de manera sencilla, es comprender que el lugar donde estamos ubicados es grande, muy grande, y cabe todo. Todo.

¿Dónde empieza el RAP?, todas las revoluciones se gestan en una biblioteca. Una real Revolución Artística Popular solo se puede lograr con una multitud de cabezas cultas preparadas para rociar con cultura al resto, dotando con verdadera literatura a lo que suene, a lo que se baile y a lo que se raye. Mi revolución empezó en la biblioteca y, como dije, quiero que se vaya conmigo. No basta con ser el mejor MC, el mejor BBoy, el mejor DJ, la mejor BGirl, el mejor graffittero, el mejor beatboxer o el mejor productor, necesitamos, nuestra revolución popular, necesita reunido el arte de todos y en todos lados. Eso pienso yo, CannaBeats, eso pensamos nosotros en Liter4tos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Respetos para usted Bro!

El Sujeto

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Hace más de veinte años nací, vengo creciendo, lucho por reproducirme y todavía no he sabido que me haya muerto.